El nevus abultado, también conocido como nevo intradérmico, es una lesión cutánea benigna que se caracteriza por su apariencia abultada y pigmentada. Esta condición es común en personas de todas las edades y puede presentarse en diferentes partes del cuerpo. En este artículo, analizaremos las características, el diagnóstico y el tratamiento del nevus abultado.
Características del nevus abultado
El nevus abultado se distingue por su apariencia protuberante y pigmentada en la piel. Usualmente tiene una forma redonda u ovalada y puede variar en tamaño, desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros de diámetro. El color puede ser marrón, negro o incluso azuláceo. La superficie de la lesión puede ser lisa o rugosa, y algunos nevus abultados pueden presentar vello.
Estas lesiones cutáneas son causadas por un agrupamiento de células pigmentadas llamadas melanocitos. Aunque por lo general son benignas, en raras ocasiones pueden volverse malignas y convertirse en un melanoma.
Diagnóstico del nevus abultado
El diagnóstico del nevus abultado generalmente se realiza mediante examen clínico y evaluación de la apariencia de la lesión. El médico puede solicitar una biopsia para confirmar el diagnóstico y descartar la posibilidad de un melanoma.
Es importante señalar que no se recomienda la autodetección y autodiagnóstico de lesiones cutáneas, ya que puede ser difícil distinguir un nevus abultado benigno de una lesión maligna sin evaluación médica profesional.
Tratamiento del nevus abultado
El tratamiento del nevus abultado puede variar dependiendo de diversos factores, como el tamaño de la lesión, la ubicación y la incomodidad o preocupación del paciente. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
- Observación: En muchos casos, especialmente cuando el nevus abultado es pequeño y no causa molestias, se puede optar por simplemente observar la lesión a lo largo del tiempo. Es esencial hacer seguimiento regularmente para detectar cualquier cambio o señal de malignidad.
- Extirpación quirúrgica: Si el nevus abultado es grande, molesto o se sospecha de malignidad, el médico puede recomendar su extirpación mediante cirugía. Esto implica la eliminación completa de la lesión y, en algunos casos, un margen de tejido adicional para asegurar una extracción completa.
- Otros tratamientos: En situaciones particulares, como en lesiones más extensas o en áreas sensibles, se pueden considerar otros tratamientos, como la criocirugía (congelación), la electrocirugía (uso de corriente eléctrica) o el láser.
Prevención y cuidado posterior
Para prevenir la aparición de nevus abultados, es fundamental evitar la exposición excesiva al sol y utilizar protector solar regularmente. Asimismo, se recomienda realizar autoexámenes regulares de la piel para detectar cualquier cambio en la apariencia de las lesiones.
Después de la eliminación de un nevus abultado, es esencial seguir las instrucciones del médico en cuanto a los cuidados posteriores para una adecuada cicatrización y prevenir posibles complicaciones.
Conclusiones
El nevus abultado es una lesión cutánea benigna que puede presentarse en diferentes partes del cuerpo. Aunque por lo general no representa un riesgo para la salud, es importante realizar un diagnóstico adecuado y, en algunas situaciones, considerar su eliminación quirúrgica. El cuidado de la piel, la protección solar y la detección temprana son fundamentales para una buena salud cutánea.
Referencias
1. Asociación Española de Dermatología y Venereología. (2021). Nevus melanocíticos (lunares). Recuperado de: https://aedv.es/nevus-melanociticos/#sthash.29HH2ANz.dpbs
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