Los hilos tensores se han convertido en una de las opciones más populares para recuperar el volumen facial sin necesidad de recurrir a rellenos dérmicos. Esta técnica no quirúrgica ofrece resultados naturales y duraderos, y cada vez más personas la eligen para rejuvenecer su apariencia. En este artículo, te explicaremos en qué consisten los hilos tensores y cómo funcionan para ayudarte a recuperar el volumen facial.
¿Qué son los hilos tensores?
Los hilos tensores son suturas reabsorbibles que se utilizan para tensar la piel y los tejidos faciales. Están fabricados con material biocompatible, como el ácido poliláctico o el ácido poliglicólico, que se reabsorben gradualmente por el organismo a lo largo del tiempo. Estos hilos se insertan a través de pequeñas incisiones en la piel y se anclan en los tejidos subcutáneos, permitiendo elevar y dar tensión a la piel flácida o caída.
¿Cómo funcionan los hilos tensores?
Los hilos tensores funcionan de dos maneras principales. En primer lugar, estimulan la producción de colágeno, una proteína esencial para mantener la elasticidad y firmeza de la piel. A medida que los hilos se van reabsorbiendo, el colágeno producido se encarga de mantener los resultados a largo plazo. En segundo lugar, los hilos tensores crean una especie de estructura de soporte que eleva y reafirma la piel, devolviendo el volumen facial perdido.
Además, los hilos tensores permiten una colocación estratégica para tratar diferentes áreas del rostro, como las mejillas, los pómulos, las cejas y el cuello. Dependiendo de las necesidades de cada paciente, se pueden utilizar diferentes tipos de hilos, ya sea para tensar la piel, estimular el colágeno o ambas cosas.
¿Cuánto tiempo duran los resultados?
La duración de los resultados de los hilos tensores puede variar de persona a persona, pero en general suelen durar entre 12 y 18 meses. A medida que los hilos se reabsorben, el colágeno producido durante el proceso de curación permanece en la piel, proporcionando un efecto de rejuvenecimiento duradero. Es importante tener en cuenta que los hilos no detienen el proceso natural de envejecimiento, por lo que es posible que se necesiten sesiones de mantenimiento para mantener los resultados a largo plazo.
¿Los hilos tensores son seguros?
Los hilos tensores son seguros cuando son realizados por un profesional médico experimentado y cualificado. Como cualquier procedimiento estético, existe el riesgo de complicaciones, aunque en general son poco frecuentes y de carácter leve, como hematomas o molestias temporales. Es importante seguir las indicaciones del médico y acudir a un centro de confianza para minimizar los riesgos y obtener los mejores resultados.
¿Hay alguna contraindicación para los hilos tensores?
Si bien los hilos tensores son una técnica segura y eficaz en la mayoría de los casos, existen algunas contraindicaciones que deben tenerse en cuenta. Los hilos tensores no se recomiendan para personas con infecciones activas en la piel, enfermedades autoinmunes, trastornos de la coagulación o embarazo. Además, es importante informar al médico sobre cualquier medicación o suplemento que se esté tomando, ya que algunos pueden interferir con el proceso de curación.
¿Cuánto cuesta la colocación de hilos tensores?
El costo de la colocación de hilos tensores puede variar dependiendo del país y de la clínica donde se realice el procedimiento. En general, los precios suelen oscilar entre X y X por sesión. Es importante tener en cuenta que suelen ser necesarias varias sesiones para obtener los resultados deseados, por lo que es recomendable consultar con un especialista para obtener una evaluación personalizada y un presupuesto adecuado.
¿Cuándo puedo ver los resultados?
Los resultados de los hilos tensores se pueden apreciar de forma inmediata después del procedimiento, aunque es posible que haya algo de hinchazón o pequeños hematomas que desaparecerán en unos días. A medida que los hilos se van reabsorbiendo y se estimula la producción de colágeno, los resultados se irán mejorando progresivamente, alcanzando su máximo esplendor a los 2-3 meses. Es importante tener paciencia y permitir que el proceso de curación se complete antes de evaluar los resultados finales.