El hematoma encapsulado fibrosado es una afección que se caracteriza por la formación de un coágulo de sangre que se encapsula en tejido fibroso, generalmente como resultado de un traumatismo o lesión. En este artículo, exploraremos en detalle esta condición desde una perspectiva objetiva, brindando una visión completa de su etiología, presentación clínica, diagnóstico, tratamiento y pronóstico. Este estudio se basa en la situación en México y está diseñado para ofrecer una comprensión profunda y autoritativa de esta enfermedad.
Etiología
El hematoma encapsulado fibrosado generalmente se desarrolla como resultado de un trauma o lesión que provoca la ruptura de vasos sanguíneos, lo que lleva a la acumulación de sangre dentro de los tejidos circundantes. Con el tiempo, el cuerpo reacciona formando una cápsula fibrosa alrededor del coágulo, encapsulando así el hematoma.
Varios factores pueden influir en la formación de un hematoma encapsulado fibrosado, incluyendo la gravedad del trauma, la presencia de trastornos de coagulación de la sangre y la capacidad del sistema inmunológico para controlar la respuesta inflamatoria.
Presentación clínica
Los signos y síntomas del hematoma encapsulado fibrosado pueden variar según la ubicación y el tamaño del hematoma. Algunos pacientes pueden experimentar dolor localizado, hinchazón y sensibilidad en el área afectada. Además, en casos graves, puede haber limitación del movimiento o deformidad.
Es importante destacar que la presentación clínica puede depender de la duración de la lesión, con los síntomas iniciales de inflamación y dolor agudo evolucionando hacia una formación de masa encapsulada más rígida y persistente.
Diagnóstico
El diagnóstico del hematoma encapsulado fibrosado a menudo se realiza mediante la combinación de la historia clínica del paciente, el examen físico y las pruebas de diagnóstico por imagen, como la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC). Estas pruebas permiten visualizar la presencia del hematoma encapsulado y evaluar la extensión de la lesión.
El médico también puede considerar realizar análisis de laboratorio para descartar otras condiciones que pueden presentarse de manera similar, como tumores benignos o malignos.
Tratamiento
El manejo del hematoma encapsulado fibrosado puede variar según la ubicación y el tamaño del hematoma, así como el estado de salud general del paciente. En algunos casos, se puede optar por un enfoque conservador, que incluye reposo, compresión y elevación de la extremidad afectada, así como la aplicación de hielo o compresas frías.
En casos más graves o cuando el enfoque conservador no es efectivo, puede ser necesario el drenaje quirúrgico del hematoma encapsulado. Durante el procedimiento, el cirujano realizará una incisión para evacuar el coágulo de sangre encapsulado.
Pronóstico
El pronóstico del hematoma encapsulado fibrosado suele ser favorable, especialmente con un diagnóstico y tratamiento oportunos. Sin embargo, el tiempo de recuperación puede variar según la gravedad de la lesión y la respuesta individual del paciente al tratamiento.
Es importante que los pacientes sigan el plan de tratamiento y realicen el seguimiento adecuado para asegurar una recuperación completa y prevenir complicaciones a largo plazo, como infección o recurrencia del hematoma encapsulado.
Referencias
1. Rubio M, Olmo A, Mérida M, et al. Hematoma encapsulado fibrosado: caso clínico. Actas Dermosifiliogr. 2014;105(9):922–924. doi:10.1016/j.ad.2014.05.007
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3. OrthopaedicsOne Articles. Fibrosed encapsulated hematoma. OrthopaedicsOne. 2016. https://www.orthopaedicsone.com/display/Main/Fibrosed+encapsulated+hematoma. Accessed November 10, 2021.